Página 17 - Revista Hall 37ª Edição - Fevereiro 2014

Acciones
Para enfrentar el disputado mercado de Teresina, Lilia Casa
promueve constantemente muestras de decoración, invitando
a arquitectos y a diseñadores de interiores para decorar su
extensa vitrina con el mobiliario de la tienda. Lilia Casa ofrece
una diversidad de productos, atendiendo a un público con
diferentes estilos. En la tienda, se pueden encontrar desde las
piezas firmadas por consagrados diseñadores, pasando por las
obras de arte de artistas locales e incluso una línea comercial.
También hay un exclusivo servicio de guarda muebles para los
clientes que tengan sus obras atrasadas o quieran evitar que
una pieza específica ya no esté disponible para venta. “Tengo
un depósito enorme detrás de la tienda, prácticamente sólo de
producto vendido. Es una facilidad. Tengo mucho cuidado para
hacer que todo sea posible”, afirma Bizet Castro, que también
cree que para realizar los sueños es necesario reinventarse a
cada día. “Ya me he mudado tantas veces en la vida y cambio
mi tienda siempre, ordenando de modo diferente, poniendo
tejidos, colores, pequeños objetos. Las veces que lo he hecho,
he mantenido mi posición. Puedo no crecer o no vender más,
pero no pierdo”.
Mercado
El crecimiento del mercado inmobiliario, desde los
apartamento hasta los conjuntos residenciales cerrados y
el aumento de profesionales de decoración que se gradúan
anualmente en Teresina, son algunos factores, según la
empresaria, que favorecen el crecimiento de Lilia Casa.
“Aquí nadie hace nada sin llamar a un profesional.
Un conjunto residencial de casa, por ejemplo,
vendió 700 lotes en sólo un día”, revela Bizet.
Fidelización
De los tres hijos de Bizet Castro, dos de ellos siguieron
el camino de la madre, en la misma área de actuación.
Hoy, Lilia Casa forma parte de un “grupo familiar”
donde cada hijo dirige su propia empresa. Florense,
Uniflex, Moldura Minuto y Marelli son administradas
por los hijos, y Lilia Casa por Bizet. La familia va a
aumentar con la inauguración de una tienda de pisos
y revestimientos, pasando a ofrecer casi todo lo que
es necesario para montar una casa. “Son empresas
separadas, pero el cliente es el mismo. Es una vía de
doble mano, que puede traer beneficios o perjuicios.
Si no se atiende bien al cliente, se pierden todos los
otros. Y nuestro compromiso es atender muy bien,
alcanzar la fidelización. Todo pasa por relación,
como matrimonio, amistad, familia y los negocios”.
Y la prueba del éxito de la buena relación promovida
por Bizet es que hoy ella atiende a la tercera generación
de una familia. “Eso me da mucha alegría, ver a los
nietos comprando aquí en la tienda”.
Una de las formas encontradas por la empresaria para
integrar su tienda con la de los hijos fue la creación del
Clube A, un anuario de decoración con 500 páginas,
distribuido a los clientes, arquitectos, decoradores,
además de la venta en bancas. “Es un gran catálogo
para nuestras tiendas y una vitrina para el profesional,
que divulga sus proyectos, todos decorados con nuestros
objetos y muebles”.
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