Después de diplomarse, vivir en
Europa, realizar inúmeros cursos,
lo que afirma hacer hasta hoy,
Carla actuó en diversas frentes
del universo de la decoración,
pasando por la producción de
cerámica artística como designer
de producto en la empresa de su
padre; por el área de la carpintería
y más cerca de 10 años como
designer de interiores hasta llegar
el momento de que naciera la
Carla empresaria. Eso a mediados
de 2006, cuando decidió que
era el momento de quedarse
más tranquila con el trabajo por
causa de la hija que acababa de
completar cinco años. El deseo de
una vida tranquila Carla bromea
diciendo que se quedó solamente
con las ganas. En este período
empezó a buscar incansablemente
qué tipo de negocio montaría y en
cuál ciudad sería. Una empresaria
que sabe lo que quiere, no hizo
que la tienda surgiera del día a
para la noche. Se comprometió
en un proyecto profesional futuro
pensado, analizado y estudio. Y,
fue en el comercio y en la ciudad
de Itapema que vio la posibilidad
de unir todo su conocimiento,
sin embargo, para su inicio en
el universo empresarial Carla
descartó las opciones que
involucrasen la carpintería y la
decoración y optó por el área
de iluminación, lo que más tarde
tendría un cambio brusco. “Mi idea
era traer primero algo que fuese
más conceptual, siempre me
gustó una iluminación más técnica
y con más design. Sin embargo,
el mercado no absorbía este tipo
de tienda, pero en cuatro años el
escenario cambió, dio un vuelco y
en seis meses, consiguió el lugar
e hizo nacer Delumini, en octubre
de 2010. Una tienda enfocada
para el concepto de la pieza, para
proyectos y para asesorar a los
profesionales, no solamente al
cliente final, sino mucho más para
profesionales. Eso porque en el
momento en que asumí la tienda
dejé de ser la profesional para
volverme la empresaria, pero
una empresaria que entiende las
necesidades y dificultades de
este público, dándoles un soporte
completo”, explica la empresaria.
Após se formar, morar na Europa, realizar
inúmeros cursos, o que afirma fazer até hoje,
Carla atuou em diversas frentes do universo
da decoração, passando pela produção
de cerâmica artística como designer de
produto na empresa de seu pai; pela área
da marcenaria e mais cerca de 10 anos
como designer de interiores até chegar o
momento de nascer a Carla empresária.
Isso em meados de 2006, quando decidiu que
era o momento de ficar mais tranquila com
o trabalho por causa da filha que acabava de
completar cinco anos. O desejo de uma vida
menos agitada, Carla brinca dizendo que ficou
somente na vontade. Neste período, começou
a pesquisar incansavelmente que tipo de
negócio montaria e em qual cidade seria. Uma
empresária que sabe o que quer, não fez a
loja surgir do dia para a noite. Se engajou
em um projeto profissional futuro pensado,
analisado e estudado. E, foi no comércio e
na cidade de Itapema que viu a possibilidade
de unir todo o seu conhecimento. Entretanto,
para o seu começo no universo empresarial,
Carla descartou as opções que envolvessem
a marcenaria e a decoração e optou pela área
de iluminação, o que mais tarde teria uma
reviravolta. “Minha ideia era trazer primeiro
algo que fosse mais conceitual. Eu sempre
gostei de uma iluminação mais técnica e
com mais design. Mas, o mercado local não
absorveria esse conceito naquele momento.
Em quatro anos, o setor deu uma virada e,
em seis meses, consegui o local e fiz nascer
a Delumini, em outubro de 2010. Uma loja
focada para o conceito da peça, para projetos
e para assessorar não somente o cliente
final, mas muito mais para profissionais.
Afinal, como eu fui uma profissional do
design, saberia como empresária lidar
com as demandas deles”, explica Carla.
Carla Pereira
11
HALL DE ENTRADA
