O final da década de 80 e o começo dos anos 1990 trouxeram
uma espécie de ressaca colorida, dando espaço para a máxima
“menos é mais” pregada lá atrás na Bauhaus e trazendo o
minimalismo para o design com um movimento de paletas nudes,
formas enxutas, e espaços antes preenchidos por móveis e
objetos com formas cheias, agora mais clean e com traços retos.
O movimento pegou, e até hoje nomes respeitados seguem (e
perseguem) esse estilo, como o papa francês Philippe Starck.
O minimal, seja nas formas enxutas ou na homogeneidade de
matizes neutros, impôs sua presença nos últimos anos em
eventos importantes da arquitetura e do design, é claro.
Em abril último, a Semana de Design de Milão, a mais
importante da área, voltou a reforçar uma estética menos
asséptica e trouxe de volta a vibração das superfícies. Em
sua 56ª edição, designers de todo o mundo apresentaram
uma seleção com muito mais cor aos ambientes e objetos.
Um fenômeno natural, considerando a crise econômica mundial –
com as torneiras fechadas, os grandes brands preferem revisitar
suas coleções sem muitos investimentos (e, como diz o dito: nada
mais rápido, fácil e econômico do que uma boa demão de cor).
Entre os tons mais vistos da safra, dois não foram
surpresa: o rosa millennial, e o verde greenery (ambos
apresentados pela Pantone como tendência dos anos 2016
e 2017, respectivamente), que deram todas as cartas.
Outros pigmentos mais pronunciados que também ganharam
destaque foram o azul escuro, o verde militar, o laranja
queimado, o vermelho e o já dito amarelo, abrindo alas aos tons
mais quentes. Os irmãos Campana, por exemplo, abusaram da
cromoterapia com as indefectíveis poltronas Cocoon na versão
balanço, em parceria com a Louis Vuitton – destaque também
para o novíssimo sofá Bomboca. O designer alemão Konstantin
Grcic também reeditou uma de suas mais famosas e clássicas
criações: a chair_ONE, e deu destaque para o vermelho vibrante.
A italiana Paola Lenti segue firme como uma das principais
trendsetters no uso do colorido no métier design. Declarou ter
ido um pouco além desta vez, usando uma cartela mais ousada,
sem se prender a um tom e suas nuances. Com a coleção
Accordi, Paola navegou na mesma harmonia de uma música
entre os materiais e as cores entregando uma série de peças
para uso indoor + outdoor que transmitem pura emoção.
Al final de la década de 1980 y el inicio de los años 1990 trajeron
una especie de resaca colorida, dando espacio para la máxima
“menos es más” clavada allá atrás en Bauhaus y trayendo el
minimalismo para el diseño con un movimiento de paletas nudes,
formas reducidas, y espacios antes rellenados por muebles y
objetos con formas llenas, ahora más clean y con trazos rectos.
El movimiento tuvo éxito, y hasta hoy nombres respetados siguen
(y persiguen) ese estilo, como el papa francés Philippe Starck.
Lo minimal, sea en las formas sencillas o en la homogeneidad
de matices neutros, impuso su presencia en los últimos años
en eventos importantes de la arquitectura y del diseño, claro.
En abril último, la Semana de Diseño de Milán, la más
importante del área, volvió a reforzar una estética menos
séptica y trajo de vuelta la vibración de las superficies. En su
56ª edición, diseñadores de todo el mundo presentaron una
selección con mucho más color a los ambientes y objetos.
Un fenómeno natural, considerando la crisis económica mundial –
con los grifos cerrados, los grandes brands prefieren revisitar sus
colecciones sin muchas inversiones (y, como dice el dicho: nada
más rápido, fácil y económico que una buena mano de color).
Entre los tonos más vistos de la zafra, dos no fueron
sorpresa: el rosa millennial, y el verde greenery (ambos
presentados por Pantone como tendencia de los años 2016
y 2017, respectivamente), que dieron todas las cartas.
Otros pigmentos más pronunciados que también ganaron destaque
fueron el azul oscuro, el verde militar, el naranja quemado,
el rojo y el ya dicho amarillo, abriendo alas a los tonos más
calientes. Los hermanos Campana, por ejemplo, abusaron de la
cromoterapia con los indefectibles sillones Cocoon en la versión
mecedora, en conjunto con Louis Vuitton – destaque también
para el novísimo sofá Bomboca. El diseñador alemán Konstantin
Grcic también reeditó una de sus más famosas y clásicas
creaciones: la chair_ONE, y le dio destaque al rojo vibrante.
La italiana Paola Lenti sigue firme como una de las principales
trendsetters en el uso del colorido en el métier design. Declaró
haber ido un poco más lejos esta vez, usando una cartela más
audaz, sin prenderse a un tono y sus matices. Con la colección
Accordi, Paola navegó en la misma armonía de una música entre
los materiales y los colores entregando una serie de piezas
para uso indoor + outdoor que transmiten pura emoción.
15
HALL DESIGN
